Las Oculus Quest 2 son unas gafas de realidad virtual autónomas que no necesitan un PC ni un smartphone para funcionar. Se pueden conectar a estos dispositivos mediante un cable o de forma inalámbrica, pero también se pueden usar de forma independiente gracias a su procesador Snapdragon XR2 y sus 6 GB de RAM.
Se trata de la segunda generación de este dispositivo, que mejora las prestaciones de su antecesor en varios aspectos, entre ellos la resolución de la pantalla.
¿Qué resolución tiene la pantalla de las Oculus Quest 2?
Oculus Quest 2 tienen una pantalla LCD de tipo RGB-stripe con una resolución de 1832 x 1929 píxeles por ojo
La ventaja de usar LCD es que ofrece una mayor densidad de píxeles y reduce el efecto rejilla, que se produce cuando se perciben los espacios entre los píxeles al acercar mucho la pantalla a los ojos.
La desventaja es que los colores y los contrastes son menos intensos que en OLED, y que el tiempo de respuesta es mayor, lo que puede provocar efecto fantasma o ghosting.
Sin embargo, Oculus ha optado por un panel LCD de tipo RGB-stripe, que tiene tres subpíxeles por cada píxel (rojo, verde y azul), lo que mejora la calidad de la imagen y reduce el ghosting.
Además, el panel es de tipo fast-switching, lo que significa que cambia rápidamente entre los estados encendido y apagado, lo que también contribuye a evitar el efecto fantasma.
¿Qué resolución vemos realmente con las Oculus Quest 2?
La resolución de la pantalla no es la misma que la resolución que vemos realmente con las gafas. Esto se debe a varios factores, entre ellos las lentes, el campo de visión y el renderizado.
Las lentes son circulares, mientras que la pantalla es rectangular, por lo que se pierden las esquinas del panel. De hecho, Oculus ha recortado las esquinas del panel para reducir el peso y el tamaño de las gafas. Además, las lentes distorsionan la imagen para adaptarla a la curvatura del ojo humano, lo que implica una pérdida de nitidez en los bordes.
El campo de visión es el ángulo que abarca nuestra visión con las gafas puestas. Según Oculus, el campo de visión de las Quest 2 es similar al de las Quest originales, es decir, unos 100 grados aproximadamente. Esto significa que no vemos toda la pantalla, sino solo una parte central.
El renderizado es el proceso por el que se genera la imagen en 3D a partir del código del juego o la aplicación. El renderizado depende del procesador gráfico y de la memoria del dispositivo, así como de la optimización del software. En el caso de las Quest 2, el procesador es un Snapdragon XR2 especial para gafas VR y la memoria es de 6 GB.
Estas especificaciones permiten un renderizado más fluido y detallado que en las Quest originales, pero no al máximo de la resolución del panel.
Por todo ello, la resolución real que vemos con las Oculus Quest 2 no es la misma que la resolución del panel. Según algunos cálculos basados en el campo de visión y el tamaño del panel, la resolución real sería de unos 1420 x 1420 píxeles por ojo, lo que sigue siendo superior a la resolución real de las Quest originales (unos 1080 x 1080 píxeles por ojo).
¿Qué ventajas tiene una mayor resolución en realidad virtual?
Una mayor resolución en realidad virtual implica una mayor inmersión y una mejor experiencia. Al tener más píxeles por pulgada, se reduce el efecto rejilla y se aumenta la nitidez y el realismo de la imagen. Además, se mejora la legibilidad del texto y los detalles más pequeños.
También se beneficia el rendimiento del dispositivo, ya que al tener un panel LCD se consume menos energía y se genera menos calor que con un panel OLED. Esto permite alargar la autonomía de las gafas y evitar el sobrecalentamiento.
En definitiva, las Oculus Quest 2 ofrecen una resolución de pantalla superior a la de la mayoría de las gafas de realidad virtual del mercado, lo que se traduce en una calidad de imagen y una sensación de presencia muy elevadas. Sin duda, se trata de uno de los puntos fuertes de este dispositivo, que además tiene un precio muy competitivo.