Amagami Ham Ham es un robot con forma de gatito o de perro que se basa en un personaje de la serie de peluches Nemu Nemu de Liv Heart Corporation. Tiene una expresión facial relajada y una boca que se abre y se cierra para morder suavemente el dedo del usuario.
El objetivo de este robot es ofrecer una sensación agradable y reconfortante que ayude a aliviar el estrés y a mejorar el estado de ánimo. Según la empresa, muchas personas se muerden el dedo inconscientemente cuando están nerviosas o aburridas, y esta acción les produce una cierta calma.
¿Cómo funciona?
Amagami Ham Ham pretende replicar esa sensación, pero de una forma más divertida y adorable. Para ello, cuenta con un algoritmo llamado “Hamgorithm” que selecciona uno de los 24 modos de mordida que tiene el robot. Estos modos varían en intensidad, duración y ritmo, e imitan las mordeduras de juego que hacen los bebés o las mascotas.
El robot detecta cuando el usuario introduce el dedo en su boca y empieza a morderlo según el modo elegido. Algunos ejemplos de modos son: Tasting Ham (mordida de prueba), Massaging Ham (mordida masajeadora), Suction Ham (mordida con succión) o Random Ham (mordida aleatoria).
Ayuda a canalizar emociones
La empresa asegura que consultó con profesionales de la salud mental para crear este robot y que recibió comentarios positivos sobre su efecto terapéutico. Además, afirma que Amagami Ham Ham puede ser una forma de canalizar las emociones negativas y de expresar afecto.
Amagami Ham Ham es un ejemplo más de la creatividad e innovación de Yukai Engineering, que ya nos sorprendió con otros robots como Qoobo, una almohada con cola de gato que reacciona al tacto, o Bocco Emo, un robot que monitoriza la salud de los pacientes y se comunica con ellos.
Amagami Ham Ham ayuda con el estrés de las siguientes formas:
- Simula las mordeduras de juego de los bebés o las mascotas: Estas mordeduras pueden transmitir afecto y bienestar, y aliviar las emociones negativas. La empresa consultó con profesionales de la salud mental y recibió comentarios positivos sobre su efecto terapéutico.
- Ofrece una sensación placentera y reconfortante: Al morder suavemente el dedo del usuario, el robot provoca una sensación agradable que puede mejorar el estado de ánimo y la relajación. El robot tiene 24 modos de mordida que varían en intensidad, duración y ritmo.
- Tiene un diseño tierno y relajante: El robot tiene una expresión facial relajada y una textura suave y peluda. Se inspira en un personaje de la serie de peluches Nemu Nemu de Liv Heart Corporation. Su aspecto puede generar empatía y calma en el usuario.
Ventajas
- Ofrece una sensación agradable y reconfortante: Al morder suavemente el dedo del usuario, el robot pretende aliviar el estrés y mejorar el estado de ánimo. Según la empresa, esta sensación se basa en las mordeduras de juego que hacen los bebés o las mascotas, que pueden transmitir afecto y bienestar.
- Tiene un diseño tierno y relajante: El robot tiene una expresión facial relajada y una textura suave y peluda. Se inspira en un personaje de la serie de peluches Nemu Nemu de Liv Heart Corporation. Hay dos modelos para elegir: Yuzu (gatito tricolor) y Kotaro (perro shiba inu).
- Tiene varios modos de mordida: El robot cuenta con un algoritmo llamado “Hamgorithm” que selecciona uno de los 24 modos de mordida que tiene. Estos modos varían en intensidad, duración y ritmo, e imitan las mordeduras de juego que hacen los bebés o las mascotas.
Desventajas
- Es un producto caro y poco accesible: El robot aún no está a la venta en España ni en ningún otro país. La empresa planea lanzar una campaña de crowdfunding en primavera para financiar su producción y distribución. El precio estimado del robot es de unos 100 dólares, que al cambio serían unos 90 euros.
- Puede causar molestias o reacciones alérgicas: El robot puede provocar irritación o dolor en el dedo del usuario si la mordida es demasiado fuerte o prolongada. También puede causar alergia o infección si el robot no se limpia adecuadamente o si el usuario tiene alguna herida o sensibilidad en la piel.
- Puede generar extrañeza o rechazo social: El robot puede resultar raro o inapropiado para algunas personas que no entiendan su función o que no compartan su gusto por las mordeduras. También puede crear barreras de comunicación o de interacción con los demás si el usuario se aísla con el robot.