Los ordenadores autónomos son aquellos que no dependen de otro para su funcionamiento. Por ejemplo, las terminales remotas conectadas a un gran ordenador no pueden ser consideradas ordenadores autónomos.
Los ordenadores autónomos pueden formar parte de una red de ordenadores, que es una colección interconectada de ordenadores que son capaces de intercambiar información entre sí.
Forma de conexión de los ordenadores autónomos
La forma de conexión de los ordenadores puede ser muy variada, desde un simple cable de cobre, un enlace de fibra óptica, hasta una comunicación mediante microondas, etc.
Las redes de ordenadores pueden clasificarse según varios aspectos, como la tecnología de transmisión o la escala:
Tecnología de transmisión
Las redes pueden ser de difusión o punto a punto. Las redes de difusión tienen un solo canal de comunicación compartido por todos los ordenadores de la red.
Mientras que, las redes punto a punto tienen enlaces dedicados entre cada par de ordenadores.
Escala
Las redes pueden ser de área local (LAN), de área metropolitana (MAN) o de área amplia (WAN). Las LAN son redes que cubren una pequeña área geográfica, como una oficina o un edificio.
Las MAN son redes que cubren una ciudad o una zona metropolitana. Las WAN son redes que cubren grandes distancias geográficas, como un país o un continente.
Los ordenadores autónomos y las redes de ordenadores han permitido nuevas formas de interrelación, tanto a nivel empresarial como a nivel personal, que han originado la sociedad de la información actual.
Además, facilitan el acceso a la información, el trabajo colaborativo, el comercio electrónico, la educación a distancia y otros servicios y aplicaciones.
Características de ordenadores autónomos
Características que debes tomar en cuenta al comprar un ordenador autónomo:
El procesador es el cerebro del ordenador y determina su velocidad y rendimiento
Debes elegir un procesador que se adapte a tus necesidades y al uso que le vas a dar al ordenador.
La marca más conocida es Intel, que tiene diferentes versiones con la letra ‘i’ seguida de un número. A mayor número, mayor potencia y precio.
El disco duro es la memoria del ordenador y marca la capacidad de almacenamiento de tus archivos, programas y datos
Puedes elegir entre un disco duro mecánico (HDD) o uno de estado sólido (SSD). Los SSD son más rápidos, silenciosos y resistentes, pero también más caros. 500 GB suele ser suficiente para un uso doméstico.
La memoria RAM es la memoria temporal del ordenador y permite ejecutar varios programas a la vez sin que se ralentice
Cuanta más memoria RAM tenga el ordenador, mejor será su rendimiento. Lo mínimo recomendable es 4 GB, pero si vas a usar programas exigentes o juegos, puedes optar por 8 GB o más.
La tarjeta gráfica es el componente que se encarga de procesar las imágenes y los gráficos que se muestran en la pantalla
Si vas a usar el ordenador para tareas básicas como navegar por internet o ver vídeos, puedes conformarte con la tarjeta gráfica integrada en el procesador.
Pero si vas a usar el ordenador para diseño gráfico, edición de vídeo o juegos, te conviene una tarjeta gráfica dedicada con memoria propia.
La batería es un elemento importante si vas a usar el ordenador fuera de casa o del trabajo de forma habitual
Debes fijarte en la autonomía que ofrece el fabricante, que suele medirse en horas o en ciclos de carga.
También debes tener en cuenta que la duración de la batería depende del uso que le des al ordenador y de los ajustes de brillo, sonido y ahorro de energía.
El peso y el tamaño son factores que influyen en la portabilidad y la comodidad del ordenador
Si vas a transportar el ordenador con frecuencia, te conviene elegir un modelo ligero y compacto, como los de 11 o 13 pulgadas.
Si vas a usar el ordenador principalmente en casa o en el trabajo, puedes optar por un modelo más grande y pesado, como los de 15 o 17 pulgadas.
El tamaño de la pantalla o el monitor determina la calidad y el confort visual del ordenador
Debes elegir un tamaño que se adapte al espacio disponible y al tipo de contenido que vas a ver.
También debes fijarte en la resolución, el brillo, el contraste y los ángulos de visión de la pantalla. A mayor resolución, mayor nitidez y detalle de las imágenes.