La enfermedad de Parkinson es un trastorno crónico y progresivo del movimiento. Esto ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocido como dopamina. En los últimos tiempos ha existido importantes avances en el Parkinson.
Los síntomas comienzan lentamente y pueden variar de una persona a otra. Los signos tempranos pueden ser leves y pasar desapercibidos. Los síntomas a menudo comienzan en un lado del cuerpo y generalmente empeoran en el mismo lado, incluso después de que los síntomas comienzan a afectar a ambos lados
Los signos y síntomas pueden incluir temblores en las manos, brazos, piernas, mandíbula y cara. Además de rigidez en brazos, piernas y tronco; lentitud de movimiento; falta de equilibrio y coordinación; dificultad para hablar.
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
La enfermedad de Parkinson no se puede curar, pero los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas. En algunos casos posteriores, se puede recomendar la cirugía para regular ciertas regiones del cerebro y mejorar los síntomas.
Avances en el Parkinson
En las últimas décadas, se han logrado avances en el Parkinson importantes en el tratamiento de la enfermedad. Los desarrollos en las formulaciones de levodopa y la estandarización de la estimulación cerebral profunda (DBS) mejoraron sustancialmente el manejo clínico de los pacientes con enfermedad de Parkinson antes del cambio de siglo.
Descubrimiento de genes
Desde el descubrimiento de mutaciones en los genes sinucleína (SNCA) y parkin (PRKN), se han vinculado varios otros genes al riesgo de enfermedad de Parkinson. Sin embargo, solo LRRK2, VPS35, PINK1, DJ1 y GBA1 se han asociado convincentemente con la enfermedad. Los datos genéticos de los avances en el Parkinson, muestran que, los mecanismos de la enfermedad convergen en vías comunes que involucran disfunción lisosomal, mitocondrial, sináptica y vesicular endosomal y reciclaje de proteínas.
Imágenes estructurales
La neuroimagen también ha tenido un crecimiento extraordinario en los últimos 20 años, con avances en el Parkinson, tanto en imágenes estructurales como funcionales. Las secuencias de MRI para evaluar hierro, neuromelanina y imágenes de agua libre se han convertido en biomarcadores prometedores para la neurodegeneración, pero requieren evidencia confirmatoria.
Trazadores PET
Otro de los avances en el Parkinson altamente relevante es el de nuevos trazadores PET. Los sistemas serotoninérgicos y colinérgicos han sido ampliamente investigados y se ha identificado su contribución a las características motoras y no motoras y las anomalías prodrómicas.
Neuroimagen
La neuroimagen en la enfermedad de Parkinson (PD) incluye técnicas funcionales como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT), y la imagen morfológica utilizando resonancia magnética (MRI) y sonografía transcraneal para sondear diferentes aspectos de la neurobiología de PD.
La neuroimagen ha demostrado ser efectiva para respaldar el diagnóstico clínico de PD y ha ayudado a revelar que PD es un trastorno heterogéneo, lo que tiene implicaciones importantes para el desarrollo de terapias futuras. Sin embargo, la aplicación de la neuroimagen para el diagnóstico temprano de PD o para la diferenciación entre PD y parkinsonismos atípicos sigue siendo un desafío.
Tomografía computarizada
La tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) es una técnica de imagen tomográfica de medicina nuclear que utiliza rayos gamma. Es muy similar a la imagen planar de medicina nuclear convencional utilizando una cámara gamma (es decir, centellografía), pero es capaz de proporcionar información 3D verdadera.
Esta información se presenta típicamente como cortes transversales a través del paciente, pero puede reformatearse o manipularse según sea necesario.
La SPECT puede detectar flujos sanguíneos alterados en el cerebro y ayudar a diagnosticar o evaluar ciertos trastornos cerebrales vasculares, como la enfermedad de moyamoya, una afección en la que las arterias del cerebro se obstruyen o estrechan
¿Cómo es el proceso de tomografía computarizada?
Para realizar una tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT), se inyecta en el paciente un trazador radiactivo, generalmente a través de una vena en el brazo.
Luego, se le indica al paciente que espere un tiempo determinado para que el trazador sea absorbido por el cuerpo. Este tiempo puede variar desde unos minutos hasta varias horas, dependiendo del tipo de exploración que se esté realizando.
Una vez que el trazador se ha absorbido, el paciente se acuesta en una mesa y una cámara gamma gira alrededor de su cuerpo para capturar imágenes en 3D de los órganos y tejidos. El procedimiento en sí suele durar entre 30 y 60 minutos.
En las últimas décadas se han logrado avances en el Parkinson que son muy importantes en el tratamiento de la enfermedad. Los desarrollos en las formulaciones de levodopa y la estandarización de la estimulación cerebral profunda (DBS) mejoraron sustancialmente el manejo clínico de los pacientes con enfermedad de Parkinson antes del cambio de siglo.
Además, se han vinculado varios genes al riesgo de enfermedad de Parkinson y los datos genéticos muestran que los mecanismos de la enfermedad convergen en vías comunes que involucran disfunción lisosomal, mitocondrial, sináptica y vesicular endosomal y reciclaje de proteínas.
La neuroimagen también ha tenido un crecimiento extraordinario en los últimos 20 años, con avances tanto en imágenes estructurales como funcionales.